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- Jueves Santo -
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- Escrito por Rafael J. G. A.
- Creado el 14 Abril 2022
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14 de abril 2022 |
Por el amor que recibimos
Nadie quiere ser siervo; todos, en cambio, queremos ser señores. Al fin y al cabo, desde el primer libro de la Biblia, el Génesis, se nos dice que Dios hizo al hombre, mujer y varón, para ser señores; y la primera intervención de Dios en la historia humana se realizó para sacar de la servidumbre a un puñado de esclavos. Pero la experiencia nos dice que, en nuestro mundo, casi siempre, ser señor equivale a tener poder para someter a otros a servidumbre. ¿Hay alguna otra alternativa?
Con el gesto del lavatorio de los pies, Jesús nos descubre un camino nuevo para acceder al verdadero señorío: todos podemos ser señores, no por el poder que poseamos, sino por el amor que gratuitamente recibamos.
- 5º Domingo de Cuaresma -
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- Escrito por Rafael J. G. A.
- Creado el 03 Abril 2022
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3 de abril de 2022 |
¿Amor o juicio? ¿Vida o castigo?
- 4º Domingo de Cuaresma -
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- Escrito por Rafael J. G. A.
- Creado el 27 Marzo 2022
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27 de marzo de 2022 |
Hijos libres...y buenos hermanos.
El hijo menor, para ser libre, se alejó de la casa paterna; se equivocó, rectificó y pudo beneficiarse del amor de su padre; pero el mayor, al renunciar a la libertad, se cerró el paso a la experiencia del amor, no supo vivir como hijo y no quiso vivir como hermano.
Si, en su relación con los hombres y tal y como lo presentaban los fariseos, Dios anulara la libertad del hombre manteniéndolo en permanente minoría de edad, la huida del hijo pródigo habría estado justificada. Si todavía, y dentro del ámbito de influencia del cristianismo, hay quienes piensan que creer en Dios supone renunciar a la libertad, ¿no será que seguimos predicando el concepto fariseo de Dios en lugar de presentar al Padre de Jesús, y por eso muchos no quieren saber nada de Él?
- Domingo 1º de Cuaresma -
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- Escrito por Rafael J. G. A.
- Creado el 06 Marzo 2022
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6 de marzo de 2022 |
El Desierto: aprender a ser libres
Tal y como lo cuenta el evangelio, Jesús llega ya al desierto «lleno del Espíritu Santo»; y es el Espíritu el que «lo fue llevando por el desierto durante cuarenta días». Con este dato, el evangelista quiere dejar claro, y por adelantado que Jesús poseía capacidad sobrada para superar cualquier tentación. No, no había peligro; pero tenía que enseñarnos -¡y cuánto cuesta que lo aprendamos!- que la conquista de la libertad pasa por la ruptura con los enemigos del ser humano. Volvamos de nuevo al desierto, descubramos las tentaciones que nos acechan, y renovemos el proceso y el compromiso que nos ha de llevar a la verdadera libertad.
- 8º Domingo del Tiempo Ordinario -
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- Escrito por Rafael J. G. A.
- Creado el 27 Febrero 2022
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27 de febrero de 2022 |
El fruto muestra el corazón del árbol
Es fácil condenar a los demás, sobre todo si el juicio lo hacemos sobre las intenciones. Jesús nos da un criterio, no para convertirnos en jueces de nuestros hermanos, sino para juzgarnos a nosotros mismos: nuestros frutos, nuestras acciones. Y el uso que hacemos de una de las facultades que nos distinguen de los demás seres de la creación: la palabra. Si actuamos y hablamos bien, nuestro corazón estará sano, si no...
- 7º Domingo del Tiempo Ordinario -
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- Escrito por Rafael J. G. A.
- Creado el 20 Febrero 2022
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20 de febrero de 2022 |
Para que seáis hijos
Ser hijos de Dios: ¿sólo un motivo de orgullo? ¿Un pasaporte seguro para la otra vida, para la salvación eterna? ¿O nada más que un documento, una partida de bautismo que nos hace miembros de una determinada sociedad y nos inserta en medio de unas determinadas tradiciones? Nada de eso: ser hijo de Dios es la consecuencia de una elección, el resultado de una opción y el final de un camino, de un proceso de maduración hasta lograr un amor a imagen y semejanza del amor del Padre. Del único Padre, el del cielo.
- 6º Domingo del Tiempo Ordinario -
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- Escrito por Rafael J. G. A.
- Creado el 13 Febrero 2022
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13 de febrero de 2022 |
Un mundo justo... ya, ahora
Como el mismo Pablo dice, el objeto de la esperanza cristiana no se agota en esta vida; el mensaje de Jesús ofrece una esperanza que traspasa los límites de nuestra existencia personal y de la historia de la humanidad toda. Pero si queremos ser fieles al mensaje evangélico no podemos dejar para ese más o menos lejano futuro la implantación del reinado de Dios, la esperanza más cercana: la construcción de una humanidad justa y fraterna aquí y ahora. Y después... Dios dirá.
- 5º Domingo del Tiempo Ordinario -
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- Escrito por Rafael J. G. A.
- Creado el 06 Febrero 2022
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6 de febrero de 2022 |
Juntemos todas las manos
Hace más de dos mil años, Jesús invitó a un grupo de pescadores a cambiar su actividad por esta otra: construir un mundo nuevo en el que fuera posible que todos los hombres pudieran vivir, pero vivir de verdad. La tarea todavía no está terminada; su llamada se dirige hoy a nosotros, Dios nos invita hoy a trabajar en la construcción de un mundo en el que los hombres vivan como hermanos, en que Él sea el Padre de todos. Si no nos gusta el mundo en el que vivimos, si hemos tomado conciencia de los muchos peligros que amenazan a la vida de los hombres, respondamos como lo hicieron Simón y los que estaban en su barca. Y, puesto que este trabajo es imposible para uno solo, juntemos todas las manos que estén dispuestas a colaborar, sabiendo que las primeras manos dispuestas son la de Jesús y la del Padre.
- 3º Domingo del Tiempo Ordinario -
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- Escrito por Rafael J. G. A.
- Creado el 23 Enero 2022
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23 de enero de 2022 |
Libres para ser hermanos
Jesús, al aplicarse a sí mismo la profecía en la que Isaías anuncia la intervención de Dios por medio de un enviado suyo para establecer la justicia, está describiendo cuáles son los cimientos de su proyecto: derrotar al pecado, es decir, a la injusticia establecida que niega a los hombres su dignidad y la posibilidad de una felicidad plena. La Carta de Pablo a los Corintios nos señala el techo que hay que alcanzar en esta dirección: la igualdad -privilegiando a los más débiles- de los que viven de la misma vida y aman con el mismo amor y así logran, con la fuerza del mismo Espíritu, vivir como hermanos.